La liberalización de los
mercados eléctricos comenzó en los años noventa del pasado siglo. Este proyecto
aunaba diferentes objetivos comunes entre los modelos propuestos por los
diferentes países: mejorar la eficiencia económica de las compañías eléctricas,
eliminar la transferencia cruzada de subvenciones entre unas actividades y
otras, reducir los precios finales del suministro eléctrico, financiar las
nuevas inversiones en infraestructuras eléctricas...
En el comienzo de los
procesos de liberalización, casi todos los mercados competitivos de energía
eléctrica se organizaron en torno a un mercado mayorista de corto plazo o
“pool”, en el que concurren una parte significativa de los compradores y
vendedores del sistema de la luz y donde se
realizan diariamente subastas para la compra y venta de energía eléctrica.
Operadores mayoristas de los mercados europeos
Los principios que
impulsaron la apertura de los mercados del gas y la electricidad en Europa en
la década de los 90 se basaban inicialmente en la extensión, también a los
sectores energéticos, de los principios económicos del mercado interior de la
Unión Europea, consistente en el establecimiento de un mercado común entre los
estados miembros. El beneficio inmediato que se esperaba de este mercado
interior de la electricidad era el aumento de la competencia y la reducción de
los precios de suministro eléctrico para los consumidores finales.
También perseguía otros objetivos:
● Reforzar la seguridad del abastecimiento, tanto
por la cooperación entre los estados miembros como por la diversificación de
las fuentes de energía
● Promover nuevas instalaciones de producción de
energía eléctrica más respetuosas con el medio ambiente.
La Directiva 96/92/CE tenía
como objetivo fundamental dar los primeros pasos para la creación de un mercado
interior de electricidad en la Unión Europea a partir de la apertura a la
competencia de las actividades de generación y comercialización de energía
eléctrica. Estableció normas comunes en materia de generación, transmisión y
distribución de electricidad. También definió las normas relativas a la
organización y el funcionamiento del sector de la electricidad, el acceso al
mercado, los criterios y procedimientos aplicables a las licitaciones y la
concesión de las autorizaciones, así como de explotación de las redes.
Esta directiva propuso un
modelo general para la liberalización del sector eléctrico de cada país miembro
de la Unión Europea, sin embargo, permitió distintas organizaciones en cada
país.
Los mercados mayoristas que
se han organizado desde entonces son principalmente de carácter bilateral (más
que de tipo “pool”), pero en la mayoría de estados miembros existen también
mercados de corto plazo que se celebran con un día de antelación (day ahead).
Problemas de liberalización
Para responder a los
problemas en el desarrollo de la liberalización y la creación de un mercado
interior de la electricidad en Europa, la Comisión Europea lanzó en 2007 un
tercer paquete de medidas de liberalización, que incluyó las siguientes
medidas:
● Modificación de las dos directivas del mercado
interior (electricidad y gas) y de dos reglamentos (comercio transfronterizo de
electricidad y derecho de acceso de gas).
● Propuesta de aprobación de la creación de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de
Energía.
● Separación de la red de transporte de las
actividades de producción o suministro.
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